La sociedad pitiusa y en especial la gente joven, muestra una especial concienciación en materia de protección del medioambiente. Lo demuestran las numerosas iniciativas que periódicamente se llevan a cabo, como la limpieza de playas o las concentraciones para reclamar a las administraciones públicas medidas contundentes para frenar el cambio climático; la última de ellas llevada a cabo junto al monumento a los corsarios del puerto de Ibiza, convocada por Fridays For Future. Este movimiento implantado en muchos países, exige cambios drásticos ante lo que consideran una emergencia climática que pone en peligro al propio planeta.

Frenar las agresiones.
Es una evidencia que las agresiones al medioambiente, también en las Pitiusas, y especialmente en el medio marino, son constantes y objetivamente graves. Esta misma semana la playa del Caló d’en Serral, en el municipio de Sant Josep, estuvo dos días cerrada al baño por la presencia de bacterias fecales, sin que se conozca todavía el origen del vertido que obligó a declarar la zona no apta para el baño. Pero no se trata de un caso excepcional, sino muy habitual, aunque es justo reconocer que no solo en las Pitiusas, sino en todo el litoral de Balears. Pero eso no sirve de consuelo.

Infraestructuras.
Ha llegado el momento de establecer un plan a corto, medio y largo plazo para optimizar las insfraestructuras de saneamiento y depuración de aguas residuales. Es evidente que las que están en funcionamiento son obsoletas y no cumplen su función debidamente, lo que hace que se sucedan los vertidos con demasiada e inaceptable habitualidad. Las instituciones de Ibiza y Formentera deben asumir que el nivel de exigencia que la ciudadanía plantea en esta materia es, ahora, mayor que nunca. Y por tanto, debe de actuarse consecuentemente, tomando la iniciativa y liderando la protección del paisaje y del entorno natural.