Ibiza03/09/19 4:01
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La asociación de taxistas Élite Corsaris d’Eivissa, muy activa en la lucha contra el intrusismo en el transporte en Ibiza, ha hecho público un demoledor informe que pone de manifiesto la lucrativa actividad que ejercen de manera ilegal los taxistas pirata. Élite Corsaris d’Eivissa calcula, a través de variables como lo que los turistas afirman haber pagado por los servicios ilegales de transporte, el total de desplazamientos y el recuento aproximado de piratas, que el transporte ilegal de viajeros por carretera genera en cinco meses de temporada unos ingresos limpios de 157 millones de euros para los taxistas pirata. Una cifra escandalosa que, según explican, tiran «a la baja» ya que el volumen de taxis pirata que circulan en Ibiza es imposible que se sepa con precisión, igual que lo que ingresan realmente, pues se trata de una actividad ilegal que no deja rastro.

Los grupos.
Élite Corsaris divide a los piratas del taxi en tres grandes grupos. El primero de ellos son los ilegales que trabajan principalmente en chats de británicos, que con un precio mínimo de 20 euros ingresan en cinco meses de temporada nueve millones de euros. El segundo grupo son los que se centran en el aeropuerto de Ibiza, que calculan que ingresan 22,5 millones de euros. El tercer gran grupo son los VTC sin licencia (furgonetas negras), que con un precio medio de 70 euros llegan a ingresar, según Élite Corsaris, 126 millones de euros.

El futuro.
Los taxis ilegales empezaron a trabajar en Ibiza hace ya más de 10 años, en concreto, en el aeropuerto. Con el paso de los años se han ido organizando y mejorando una red de taxis ilegales que se reparten el territorio para no incurrir en peleas y que, a la vista del informe de Élite Corsaris, les genera unos suculentos beneficios limpios de impuestos. En paralelo, la administración ha ido actuando en todos estos años, pero siempre un paso por detrás de los ilegales. Se deben buscar maneras más efectivas para atajar esta lacra que Ibiza lleva soportando durante más de una década. De lo contrario, la actividad seguirá expandiéndose sin freno como ha hecho hasta ahora.