La semana que arrancamos hoy marca, en distintos ámbitos, la reanudación de la actividad después del paréntesis vacacional que interrumpe o reduce numerosos ritmos. El Parlament celebra mañana el primer pleno ordinario de esta legislatura, en el que los consellers del segundo Govern Armengol se someterán al control que corresponde ejercer a los diputados de la oposición; el miércoles empieza el curso escolar; y en los Juzgados, tras el inhábil agosto, vuelve a registrarse el habitual movimiento de comparecencias, declaraciones, recursos y vistas orales. Pero este nuevo curso, que concluirá en junio del 2020, se presenta lleno de incertidumbres en lo político e interrogantes en lo económico. En el plano institucional continuamos, desde las elecciones celebradas el 28 de abril, con un Gobierno en funciones, que debe seguir gestionando los presupuestos de Mariano Rajoy, de mayo del 2018, prorrogados. Y en el espacio económico, persisten las dudas sobre el Brexit.

Estabilidad y gobernanza.
El 23 de noviembre se cierra el plazo para evitar la convocatoria y celebración de unas nuevas elecciones generales. Los desacuerdos y desconfianzas entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han impedido, hasta ahora, la formación de un nuevo Gobierno. El PSOE insiste en un Ejecutivo en cuyo Consejo de Ministros no tomen asiento ministros de Podemos; mientras que el partido morado propugna una fórmula de coalición. Todo ello genera un escenario de reproches cuando es preciso aportar estabilidad política y garantizar la estabilidad para la gobernanza del país.

Oportunidades y soluciones.
En un contexto de desaceleración económica, donde persiste la enorme preocupación en torno al Brexit y las políticas histriónicas de Boris Johnson y Donald Trump, los ciudadanos reclaman serenidad y sentido común para dar oportunidades y aportar soluciones. En Balears, otro modelo de financiación que nos aporte más recursos y el depliegue del nuevo Régimen Fiscal.