El gobierno del Consell d’Eivissa, formado por PP y Ciudadanos, presentó ayer un proyecto de presupuesto para 2020 serio y realista, con un planteamiento diferente a lo que vino haciendo el gobierno de PSOE y Podemos, tanto en la forma como en el fondo, ya que hay un esfuerzo notable en políticas sociales. El presidente, Vicent Marí, interventor municipal de Santa Eulària en excedencia, ha huido de grandes anuncios efectistas y ha optado por unas cuentas prudentes y realistas, a pesar de tener que dar la cara y probablemente ser criticado por unos presupuestos un 17% inferiores a los del año pasado y con una caída del 76,7% de la inversión. El diferencial entre un ejercicio y otro es debido a que las cuentas del anterior gobierno eran engañosas, ya que inflaba los ingresos para cuadrar los gastos y el porcentaje de ejecución de las inversiones era alarmante bajo.

Una renegociación obligada.
El presidente del Consell anunció ayer que renegociará los compromisos adquiridos por los anteriores gobernantes de la institución y que no pueden ser atendidos. Según publica hoy este diario, las obligaciones del Consell superan los 33 millones de euros, una cantidad nada despreciable para una institución con un presupuesto de 89,4 millones. Que una administración que no tiene casi ingresos propios haya asumido obligaciones en ámbitos en los que la competencia es de la Comunidad o del Estado es un error y demuestra falta de liderazgo político y escasa capacidad de negociación. Es a la Comunidad Autónoma a quien corresponde financiar la depuradora de Portinatx, el centro del Ibanat, la Escuela de Hostelería y la Escuela de Idiomas como está haciendo en Mallorca y al Estado, las viviendas para funcionarios, sin que ello suponga que no haya colaboración institucional.

30 millones de inversiones del remanente.
Marí también anunció que por primera vez el Consell destinará el remanente a inversiones financieramente sostenibles, lo que elevará la cifra de actuaciones en 30 millones más.