Las sanciones que superan los tres millones de euros con las que el Govern ha cerrado los cinco expedientes a la empresa Eliance, hasta el mes de diciembre la concesionaria del transporte aéreo sanitario en todas Baleares y que en la actualidad aún presta servicio en Mallorca y Menorca tras la rescisión parcial del Govern, son la prueba evidente de una gestión desastrosa por parte de la Conselleria de Salud al adjudicar el servicio. A pesar de la gravedad de los hechos, ningún alto cargo del departamento de Patricia Gómez, incluida ella, ha asumido responsabilidades políticas, un hecho inaceptable. Los expedientes están cerrados y ya han sido comunicados a la empresa y demuestran todas las irregularidades que ha venido cometiendo Eliance, tanto en la antigüedad de las aeronaves como en la falta de habilitación de los pilotos y de la empresa para los vuelos instrumentales y en modo multipiloto.

Sanción excesivamente baja.
No se entiende que la cuantía por incumplir la antigüedad de una de las aeronaves sea de 1,6 millones y de medio millón por el retraso en la entrega de cada uno de los aparatos ofertados y, en cambio, por que ni los pilotos y ni la compañía cumplieran con las bases y, por lo tanto, no ofrecieran las mínimas condiciones de seguridad a pacientes y tripulación solo haya supuesto una sanción de 300.000 euros. Estos incumplimientos son los más graves de todos porque supusieron, tal como denunció este diario, un paso atrás en materia de seguridad perpetrado por una empresa que fue calificada de «piratas del aire» por los sindicatos, pero han sido los más baratos para Eliance.

Decisiones inaceptables.
En este contexto, sorprende que Eliance aún continúe operando los aviones ambulancia y el Govern no haya rescindido el contrato completamente. Esta compañía nunca debió ser invitada a participar en el concurso que nunca debió ser un negociado sin publicidad. Ambas decisiones políticas son inaceptables, responsabilidad del actual equipo de Salud y merecen algo más que una disculpa.