El portavoz del comité de enfermedades infecciosas en Baleares, Javier Arranz, pronosticó hace una semana que los contagios seguirán subiendo en Baleares y anunció que «quedan días difíciles». La incidencia de la pandemia es desigual en las islas. Mallorca presenta el peor dato con una incidencia acumulada de 518,96 casos a 14 días, Ibiza tiene 105,47 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, mientras que Formentera pasa hoy a la fase dos con una incidencia acumulada de 412,85 casos. La presidenta reconoció ayer que Baleares se encuentra en una situación delicada en su conjunto, con especial «extrema gravedad» en Mallorca, donde auguró que la semana que viene podrían estar por encima de los 600 casos por cada 100.000 habitantes. En el horizonte más próximo está el calendario de vacunación, que empezará en Baleares este próximo domingo día 27 y en todas las islas al mismo tiempo, según afirmó la presidenta ayer.

Complicaciones para la Unión Europea.
En este contexto, la rápida transmisión de una nueva variante del coronavirus ha obligado a confinar a 20 millones de personas en Inglaterra. Según el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, se encuentra «fuera de control», lo que ha obligado a aplicar draconianas, con el cierre de Londres, el sudeste y este del país, Gales y Escocia así como la paralización de toda actividad no esencial. Unos hechos que complican la situación en la Unión Europea.

Tardía reacción del Gobierno.
El Gobierno de Pedro Sánchez se sumó ayer, cuando ya lo habían decidido numerosos países, a la cancelación de los vuelos desde el Reino Unido salvo para ciudadanos españoles y residentes, como respuesta a esta nueva cepa, mucho más contagiosa. El Ejecutivo de Sánchez volvió a actuar tarde, cuando varios presidentes autonómicos, y también la oposición, habían reclamado la suspensión de las conexiones aéreas con Inglaterra. Se agudiza la incertidumbre y se agrava la pandemia, con repercusiones sociales y económicas que hoy desconocemos hasta dónde pueden llegar realmente.