Al mismo tiempo que el conseller de Fons Europeus, Universitat i Cultura, Miquel Company, califica los fondos Next Generation UE que ha de recibir España para reactivar su economía como «un marco excepcional para una oportunidad histórica», la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, urge a Bruselas a aprobar «cuanto antes» los planes de recuperación porque es necesario inyectar este estímulo en la economía española. Inmersos en una crisis sin precedentes, esperamos estos recursos europeos como un maná para salir del túnel de la pandemia, evitar la destrucción de empleo y abrir un nuevo ciclo de actividad, inversión y consumo. La vicepresidenta Calviño fijó, a finales de 2020, el primer trimestre de este año para que empezasen a llegar las partidas comunitarias, pero este plazo ha pasado y hoy desconocemos cuándo entrará este anhelado capital procedente de Bruselas.

Recorte del PIB de este año.
La lenta y laberíntica burocracia de la Unión Europea amenaza con retrasar, no se sabe hasta cuándo, la llegada los 140.000 millones asignados a España, de los que 70.000 serán a fondo perdido y otra cuantía similar en créditos. Pero el retraso en recibir estos recursos y la demora de la campaña de vacunación ya ha obligado al Gobierno a recortar el crecimiento del PIB de este año en 3,3 puntos, hasta el 6,5.

600 proyectos públicos y privados.
Las inversiones Next Generation UE no arrancarán hasta que Bruselas haya aprobado los planes de recuperación de los Estados miembros y se conozca el fallo del Tribunal Constitucional de Alemania sobre estos fondos. Cuanto más se demore, peor para la reactivación. Según el Govern, sobre la mesa hay 600 proyectos de Balears -públicos y privados- que aspiran a competir por 5.000 millones de euros. Pero seguimos sin fecha para las convocatorias y la adjudicación de unos recursos de los que depende la recuperación social y económica.