Hace unos años, cuando el presidente del Gobierno era Mariano Rajoy, los sindicatos convocaron protestas para denunciar la ‘pobreza energética’ que sufrían los españoles ante un incremento del 10% en el precio de la luz. Las centrales sindicales se lanzaron a la calle para pedir una reacción al Gobierno del PP, mientras ahora guardan silencio ante una subida escandalosa de la energía. Si a Rajoy le convocaron protestas con una luz a 50 euros el megavatio, ¿no hay motivos ahora para reaccionar con una tarifa de 700 euros por megavatio?

Afinidades políticas.
Todo el mundo sabe que los sindicatos tienen muchas afinidades con los partidos que ahora gobiernan, especialmente con Podemos. También es cierto que el Gobierno de Sánchez ha hecho guiños a los sindicatos como la reforma de la normativa laboral, si bien los cambios introducidos no se acercan a las reivindicaciones que hacían las centrales sindicales. Pero nadie puede negar que entre los sindicatos y el Gobierno hay muchos puntos de encuentro que difícilmente se producirán con un ejecutivo de centro derecha.

Más reivindicativos.
Es de imaginar que los sindicatos no se creen los argumentos del Gobierno ante la nueva subida de la electricidad, que la vinculan a la guerra en Ucrania y sobre todo responsabilizan a Putin, como si nadie se acordase de que la electricidad está por las nubes desde hace meses. Antes del conflicto bélico la luz estaba rozando los 550 euros, un precio totalmente inasumible para familias y empresas, pero los sindicatos no reaccionan, no dicen nada, y por supuesto no se manifiestan como lo hacían con tanta rapidez cuando Rajoy era presidente. Si con una luz a 50 euros había pobreza energética, ¿qué situación viven los españoles con una luz a 700 euros? Por las familias y los trabajadores harían bien los sindicatos en presionar al Gobierno para que elimine los impuestos en la factura de la luz. Eso sería un paso. De lo contrario, con su silencio son cómplices de una situación dramática para millones de españoles.