La Oficina Anticorrupción fue un invento creado por las fuerzas de izquierdas para investigar todas aquellas posibles irregularidades que se puedan cometer en las administraciones. Conviene recordar que se trata de un organismo elegido por los propios políticos, a diferencia de los fiscales, que acceden mediante oposiciones, si bien están dirigidos por un órgano, la Fiscalía, cada vez más politizada y que en estos momentos está dirigida por una exministra socialista. Lamentablemente la Oficina Anticorrupción va por el mismo camino del partidismo que deslegitima sus decisiones.

Campaña de promoción.
La última decisión de la Oficina Anticorrupción crea muchos interrogantes sobre su imparcialidad al no permitir que el Consell d’Eivissa pudiese presentar alegaciones y defenderse ante la denuncia impulsada por los socialistas por la contratación de la campaña ‘La vida islados’. Recordemos que dicha promoción fue solicitada por las patronales turísticas en un contexto de máxima dificultad por la pandemia. La situación era extraordinaria y, por ello, hacían falta decisiones rápidas y efectivas. Nadie puede cuestionar que ‘La vida islados’ fue una iniciativa que tuvo un gran impacto en beneficio de la isla.

Ahora, en la Fiscalía.
Tras analizar toda la documentación, la Oficina Anticorrupción ha decidido enviar el expediente de ‘La visa islados’ a la Fiscalía para determinar si existe algún tipo de delito. Por una parte se demuestra que la Oficina Anticorrupción tiene poca capacidad cuando debe recurrir a otro órgano como la Fiscalía para que tome una decisión al respecto, pero lo más preocupante es que no se respeten ni las más elementales formas democráticas al impedir que el denunciado, en este caso el Consell d’Eivissa, pueda defender su actuación. y es muy preocupante que la Oficina Anticorrupción se convierta en un instrumento más del Govern en beneficio de intereses partidistas.