La sanidad pitiusa vive una situación límite y las cosas solo pueden empeorar en los próximos meses. Lo peor es que, a pesar de la fuga de sanitarios, el discurso del Govern sigue siendo optimista, como si no ocurriera nada. Escuchando las palabras de la consellera de Salut, Patricia Gómez, cualquiera diría que en Ibiza y Formentera incluso sobran profesionales en la sanidad cuando la realidad es totalmente distinta. Los profesionales se marchan y, dadas las circunstancias, sobre todo con el precio de la vivienda, cada vez resulta más difícil que Ibiza sea un lugar atractivo para poder trabajar.

Fugas en Urgencias

El goteo de fugas continúa en el hospital Can Misses. Tras la marcha del psiquiatra coordinador de la Unidad de Patología Dual se acaba de conocer otra renuncia que proviene del servicio de Urgencias. En este sentido, desde el Sindicato Médico Balear (Simebal) han señalado que esta baja es real y que este médico ha regresado al País Vasco con el objetivo de especializarse.    Sin embargo, la consellera mantiene un discurso poco realista al asegurar que Ibiza cuenta con «una sanidad excelente». Incluso aseguró en el Parlament que «muchos profesionales quieren venir a trabajar a Ibiza porque la isla tiene una sanidad excelente», una postura eufórica que fue contestada hace muy poco por el principal sindicato médico de Balears.

Hay que asumir la realidad y actuar

Al PSOE ibicenco no le sienta nada bien que se critique la situación de la sanidad, pero cuesta entender que si se invierte más dinero que nunca cómo nos encontramos en esta situación. No hace falta recordar la precariedad del servicio de Oncología, pero otros departamentos se encuentran bajo mínimos y con el personal totalmente desbordado de trabajo. Por lo tanto, habrá que empezar a pensar que es un problema de gestión política y que sus responsables son incapaces de sacarle rendimiento a un mayor presupuesto. Pero lo peor es que intenten hacer creer que la sanidad ibicenca funciona. Eso no se lo cree nadie a estas alturas.