El cierre de la venta de la compañía Air Europa al grupo internacional propietario de Iberia genera una lógica preocupación en Balears, tanto por sus consecuencias económicas como por las relacionadas con la conectividad aérea; una cuestión a la que no se sustrae el propio Govern a tenor de la manifestaciones de su portavoz y titular de la Conselleria de Turisme, Iago Negueruela. Air Europa ha estado, desde sus inicios, muy vinculada a las Islas y siempre ha supuesto un contrapeso a la explotación en régimen de monopolio de determinadas líneas, tanto con la Península como con destinos europeos, pero también en los vuelos interinsulares. Ahora todo este escenario puede quedar en entredicho.

Una base importante.

Son Sant Joan ha sido siempre una importante base de operaciones para Air Europa, donde llegó a disponer de un importante centro de formación con una indudable proyección internacional. Con todo, y para los residentes, la venta de la aerolínea no debería suponer una merma en el actual nivel de conexiones aéreas en el ámbito interinsular, nacional e incluso internacional; todos ellos resueltos con competitividad y buen servicio durante décadas. Preservar este papel debe ser un objetivo prioritario para el Govern, los contactos abiertos con otras compañías cabe suponer que pronto permitirá conocer su alcance.

Compromiso conjunto.

El impacto de la operación entre Air Europa e Iberia tiene un evidente impacto social y económico en Balears en el que es preciso comprometer a todos los agentes sociales, además del ya mencionado Govern. El efecto de la pérdida de conectividad que podría derivarse, en especial durante los meses de menor demanda, puede acabar suponiendo un obstáculo insalvable cuando se ambiciona la desestacionalización turística o la mejora en la competencia por aquellos destinos más demandados. Hay que evitar a toda costa el regreso del monopolio aéreo.