La Dirección General de la Costa y del Mar, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y del Reto Demográfico, ha emitido ya su informe favorable al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Vila. Esto significa que, si todo va según lo previsto, el Consell d’Eivissa, a través de la CIOTUPHA, dará la luz verde definitiva a un documento que debe sustituir al redactado y suspendido en 2009. Hablamos, pues, de casi 15 años de retraso para un planeamiento que de ninguna manera podrá recoger la realidad de un municipio que, ahora mismo, tiene como su problema más grave el de la falta de vivienda.

Depuradora y menos consumo de agua

Vila es la ciudad más cara de España para vivir. Es prácticamente imposible encontrar pisos en alquiler y los que están a la venta tienen unos precios desorbitados, que no cuadran en absoluto con el sueldo medio de los residentes en el municipio. El crecimiento que permite este nuevo PGOU es mínimo y, además, condicionado a dos factores. Por un lado, primero tendrá que entrar en funcionamiento la nueva depuradora de sa Coma. Algo que no sucederá hasta el verano de 2024. Y, por otro, los residentes en el municipio deberán reducir forzosamente su consumo de agua en un 15%.

Los precios no dejarán de subir

Sin cumplir estas condiciones, el Consistorio no podrá activar el crecimiento urbanístico previsto en el PGOU en dos fases, que van hasta 2032. Uno no depende del municipio. Y el otro se basa en la buena voluntad del consumidor. Mientras tanto, con una oferta escuálida de vivienda, los precios no dejarán de subir. Y las consecuencias ya las conocemos: fuga de trabajadores, hacinamiento de muchos de los que se quedan y la sensación cada vez más extendida de que en la ciudad en particular y en la isla en general no hay lugar para la clase media.