El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, declaró el miércoles que «el intrusismo es una lacra que sufrimos en Ibiza y debemos luchar contra ella». Para manifestarse con esta contundencia el presidente ibicenco analizó los últimos datos turísticos de la isla. Mientras la ocupación hotelera en junio bajó un 4,5 por ciento respecto al año anterior, el número de visitantes que llegó en el mismo mes a la isla creció un 3,8 por ciento. La pregunta es obvia: ¿Donde se alojan los turistas que llegan al aeropuerto de Ibiza y no van a los hoteles?

Un esfuerzo en común

Marí ha afirmado que la mejor manera de combatir el intrusismo es mediante el esfuerzo común de administraciones públicas y del sector privado. «El sector regulado padece está situación, pero también los ciudadanos de la isla», declaró el presidente del Consell d’Eivissa, quien considera una prioridad acabar con la oferta ilegal ya que, además, tiene efectos muy negativos sobre la vivienda, provoca saturación y genera una economía sumergida muy perniciosa para el conjunto de los ciudadanos de la isla.    Es una evidencia que las medidas adoptadas hasta ahora, si bien se han intensificado durante los últimos meses, no han podido acabar con esta oferta de alojamientos ilegales.

Una nueva legislación

El diagnóstico está muy claro y tanto la administración como las patronales están de acuerdo. Sigue habiendo un exceso de oferta ilegal de alojamientos que provocan dos problemas muy graves para Ibiza: no hay viviendas suficientes para los residentes y se provoca una saturación de los servicios públicos durante los meses de verano. Por lo tanto, urge una nueva legislación para intensificar la lucha contra los apartamentos turísticos ilegales una vez que ahora existe una gran sintonía política entre el Consell y el Govern. El diagnóstico está claro, pero las herramientas aún son insuficientes. De cara al próximo verano deberían verse los primeros frutos de estas actuaciones. Los ciudadanos de Ibiza llevan demasiado tiempo soportando este desequilibrio por culpa del intrusismo.