Aena ha planteado la necesidad de que tanto el Consell d’Eivissa como el Ayuntamiento de Sant Josep resuelvan los problemas circulatorios que se producen cada vez más frecuentemente en el aeropuerto ibicenco. El ente aeroportuario considera que al no tener competencias en materia viaria no puede acometer las modificaciones necesarias para poder solucionar el actual caos. Desde el Consell d’Eivissa han dado un tirón de orejas a Aena y han recordado que muchos de los problemas se producen en el interior del aeropuerto, no en los accesos.

Un tapón

Han sido los profesionales del transporte los que han denunciado los problemas que tienen este verano. Conductores de taxis y de autobuses han coincidido en que existe una mala señalización y que las obras de esta temporaa del aparcamiento facilitan el caos, además del estrechamiento del acceso principal. La zona de aparcamiento express también es un embudo para los vehículos, una zona que tiene como única finalidad incrementar la recaudación, pero que ralentiza mucho el tráfico. Tampoco parece muy lógico que no se utilice el espacio destinado a transporte discrecional, que en la actualidad está visiblemente infravalorado.

Echar la culpa a los demás

Mientras desde Aena no se asuma que los problemas circulatorios son fruto básicamente de su gestión, los problemas no se resolverán. Consell d’Eivissa y Ayuntamiento de Sant Josep deben colaborar con todas las medidas para poner fin a este caos circulatorio, pero son los propios profesionales del transporte los que dicen claramente que el problema está en las instalaciones aeroportuarias. Un aeropuerto como el de Ibiza no puede seguir ofreciendo esta imagen a residentes y turistas. Hay que tomar medidas efectivas y si se debe rectificar, que se haga, pero Ibiza merece un aeropuerto mucho mejor.