Parte del asentamiento ubicado en Sant Jordi. | Irene Arango

Este periódico publicaba este jueves un reportaje sobre el solar de Sant Jordi en el que, según el Ayuntamiento de Sant Josep, malviven unas 60 personas. Unos duermen en coches y otros en tiendas de campaña a escasos metros del IES Algarb y del supermercado Mercadona de sa Carroca. La escena es impropia de la Ibiza del lujo y del glamour.

Una triste realidad

Noticias relacionadas

Una de las 60 personas que malvive en Sant Jordi relataba que llegó a Ibiza en 2008, pero se quedó sin su casa en la que vivía de alquiler. La mayoría son trabajadores que no pueden pagarse un piso mientras están en Ibiza. O si encontrasen vivienda no tendrían dinero para nada más. Su única salida es dormir en los vehículos o en las tiendas de campaña hasta que acabe la temporada y regresar a sus localidades de origen. Muchas de las personas que viven en este solar de Sant Jordi son saharauis, pero también hay guardias civiles o personas que trabajan en la sanidad ibicenca. Los testimonios confirman un problema social que se agrava cada vez más sin que se pueda visualizar una solución a medio o largo plazo.

Las administraciones deben actuar

La falta de vivienda en Ibiza está creando un problema social de máxima gravedad, como lo demuestran las 60 personas que duermen en el solar de Sant Jordi. Las administraciones, con el apoyo de las empresas, deben buscar soluciones urgentes para cubrir las necesidades básicas de estos trabajadores o Ibiza corre el riesgo de quedarse sin empleados en temporada. Algunos empresarios han dado el paso y buscan vivienda a sus trabajadores, pero no parece que sea suficiente. Las administraciones (Consell, Govern y ayuntamientos) deben implicarse mucho más. La sociedad ibicenca no puede permitir estas situaciones y debe rebelarse ante ellas. Y no parece que el problema solo sea la existencia de los pisos turísticos ilegales.