Editorial25/09/23 0:31
TW0

Hoy se cumplen cien días desde que se constituyeron las corporaciones locales tras las elecciones del 28 de mayo. Un tiempo de gracia durante el cual los grupos de la oposición suelen dejar que los equipos de gobierno se asienten mientras empiezan a tomar las primeras decisiones de la hoja de ruta que pretenden de seguir a lo largo de la legislatura. Sin embargo, y con la proliferación de las redes sociales, son pocos los políticos que desaprovechan la ocasión para intentar sacar rédito de las primeras meteduras de pata del rival.

Los alcaldes empiezan con fuerza.
Lejos de dormirse en los laureles tras haber arrasado en los comicios de mayo, los cinco alcaldes ibicencos, todos del PP, han arrancado con fuerza sus mandatos y no han dejado pasar las semanas para poner en marcha los proyectos que prometieron durante la campaña electoral. La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, continúa llevando a su municipio a velocidad de crucero y con el rumbo claro: convertir Santa Eulària en el mejor pueblo en el que jóvenes y mayores puedan vivir. El otro alcalde que repite mandato, Marcos Serra, ha aprendido de los errores de principiante de la pasada legislatura y se ha puesto manos a la obra para llevar a cabo en Sant Antonio los proyectos que en su día no pudo llevar a cabo por falta de tiempo. Quien tampoco deja pasar el tiempo es Tania Marí en Sant Joan, que ya vuelve a tener en marcha su mercadillo de los domingos y ha dado el primer paso para derrumbar el mamotreto de Cala d’en Serra. En Sant Josep, el alcalde está centrado en estos primeros meses en poner orden en las dependencias municipales tras el revuelo causado por la operación ‘Magister dixit’ que llevó al exalcalde Guerrero a dormir en los calabozos.

Promesa incumplida.
Los esfuerzos de Triguero a la hora de llevar a cabo acciones puntuales para mejorar la limpieza en varias zonas de la ciudad han quedado deslucidos por la promesa incumplida de exonerar a los vecinos de Vila de la tasa de basuras hasta que la ciudad estuviera limpia. Dice ahora el alcalde que rebajará el IBI en los próximos presupuestos y que los vecinos tendrán alrededor de 57 euros más en sus bolsillos. Veremos.