La oficina de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Ibiza lleva meses sufriendo la falta de personal, con largas esperas para poder examinarse tanto del teórico como del práctico. La situación se ha agravado en las últimas semanas hasta el punto de que ha habido 14 días en los que no se han podido ofrecer ni exámenes teóricos ni prácticos por falta de personal. Actualmente, la situación es aún más grave porque, literalmente, Ibiza se ha quedado sin examinadores para los exámenes prácticos. En la isla sólo hay tres: una de esta de baja, otro de vacaciones y el tercero está haciendo labores administrativas en la oficina.

Cuello de botella

Las dos semanas sin exámenes teóricos por falta de mantenimiento en la oficina de la DGT se han visto aliviadas por la cesión por parte del Consell d’Eivissa de un aula en el centro de exámenes de conducir. Esto ha permitido que sólo este martes hayan podido examinarse 200 personas. La principal inquietud e incertidumbre viene ahora, pues es cuando se generará un cuello de botella difícil de solucionar con los refuerzos que vendrán de Palma, tal y como advierten las autoescuelas. La situación empieza a ser tan extrema que ya hay autoescuelas que ponen en duda su viabilidad como negocio.

Realidad y soluciones

La realidad es que trabajar en la DGT en Ibiza no resulta nada atractivo por el alto coste del nivel de vida y de la vivienda, lo que disuade directamente a los profesionales a la hora de venir. Pasa lo mismo con guardias civiles, funcionarios de Justicia, docentes y profesionales sanitarios, además de profesionales que trabajan en el ámbito privado, como puede ser el ámbito turístico. Ibiza y Formentera tienen un grave problema de acceso a la vivienda a precios asequibles y una de las soluciones pasa por atajar el alquiler de pisos a turistas de forma eficaz, además de promover la construcción de más vivienda protegida y facilitar, al mismo tiempo, las promociones privadas. De lo contrario, la situación irá a peor cada vez más.