El presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, se encuentra atrapado en una situación insostenible después del órdago planteado hace unos días en una reunión con la presidenta del Govern, Marga Prohens. Con la excusa de defender los intereses de Formentera Córdoba ha iniciado una cruzada que, de momento, le ha dejado sin apoyos en su propio gobierno, como se demostró ayer en una reunión que duró nueve horas y donde quedó claro que está solo y así es muy difícil seguir siendo presidente del Consell de Formentera.

Sin apoyos

Este periódico ya desveló en exclusiva el viernes que los partidos que integran Sa Unió, PP y Compromís per Formentera, tenían intención de difundir un comunicado conjunto en el que dejaban claro que Córdoba actuaba sin el apoyo de ambas formaciones políticas. Dicho comunicado también cuestionaba las amenazas del todavía presidente del Consell de Formentera a Prohens. Sin embargo, esta nota conjunta no llegó a hacerse pública a la espera de alcanzar un acuerdo con Córdoba y evitar agravar la crisis política en Formentera.

Una situación insostenible

En la reunión de ayer con los miembros de su gobierno, que duró nueve horas, Córdoba se negó a dimitir, pero evidentemente es muy complicado que pueda aguantar la presión durante mucho más tiempo. Tampoco es viable que los consellers del gobierno de Formentera puedan promover una moción de censura para destituir a Córdoba. Por todo ello se espera su dimisión en los próximos días para poner fin a este episodio que hace tambalear la estabilidad del gobierno. Tampoco sería deseable que Córdoba tuviese la tentación de mantener su escaño en el Parlament, aunque parece ser que podría ser la única salida a esta crisis. Córdoba se ha equivocado gravemente y ya no hay marcha atrás. Por eso sería lo más prudente que el actual presidente de Formentera asumiese la realidad: su situación política es insostenible.