El grupo parlamentario Vox ha decidido este lunes la expulsión de la presidenta del partido en Balears, la ibicenca Patricia de las Heras, y del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne. Mientras, la formación nacional ha anunciado que expulsa a los cinco diputados que se quedaban en el grupo parlamentario por desobedecer las órdenes planteadas desde la dirección nacional que encabeza Santiago Abascal. Este episodio no es una simple pelea doméstica en el seno de Vox ya que puede tener consecuencias importantes en las instituciones de Balears. La más relevante, la destitución de Le Senne como presidente del Parlament.

Desencuentro

Hace tiempo que el grupo parlamentario que encabeza Idoia Ribas mantenía desencuentros con la dirección nacional de Vox. Hace unos meses desde Madrid se impuso apoyar el techo de gasto del Govern y el grupo parlamentario se negó, pero con la expulsión de Patricia de las Heras y Gabriel Le Senne (es preciso recordar que otro diputado elegido y que pertenecía a Vox ya se integró hace unos meses en el grupo mixto) abre una grave crisis no solo en el partido de ultraderecha sino también en las instituciones de Balears, especialmente en el Parlament. Falta por ver qué ocurrirá a partir de ahora con el pacto de gobernabilidad entre el PP y Vox y qué apoyos tendrá Marga Prohens en el futuro.

Camino de la desaparición

Al igual que ocurrió hace unos años con Podemos, Vox parece empeñado en desaparecer del mapa político. La crisis interna en Vox Balears son continuas y la ibicenca Patricia de las Heras no ha sabido o no ha podido reconducir la situación. No olvidemos la situación de Menorca, donde la única consellera de Vox fue expulsada del gobierno insular. Las personas que han tomado las últimas decisiones en el grupo parlamentario parece que no son muy conscientes de que entierran definitivamente las aspiraciones de futuro. Además, este episodio demuestra la falta de cultura política y que algunos personajes son capaces de cualquier cosa por simple ambición personal. Lo lamentable es que, en esta ocasión, las ambiciones personales tienen consecuencias graves para todos los ciudadanos de Baleares.