Tras el vodevil protagonizado por Vox durante las últimas horas se plantean ahora muchos interrogantes sobre el futuro del Parlament. Está claro que Gabriel Le Senne no podrá seguir en el cargo ya que un diputado no adscrito no puede ser presidente de la Cámara, pero resulta preocupante que el nombre que suene para sustituirlo sea el de Idoia Ribas, la todavía portavoz de Vox en la Cámara y gran culpable de lo que ha ocurrido en su grupo parlamentario.

Irresponsabilidad

Idoia Ribas ha sido la cabecilla de un grupo de cinco diputados que han actuado con total irresponsabilidad y de espaldas al partido. Le guste más o le guste menos, Idoia Ribas y los otros cuatro parlamentarios fueron elegidos por la lista de Vox y por ello deben un mínimo de respeto a las directrices de la formación que lidera Santiago Abascal. Sin embargo, Ribas y sus compañeros han actuado de espaldas a su partido, sin disimular su indisciplina, como quedó patente hace unas semanas cuando el ‘número dos’ de Voxa nivel nacional visitó el Parlament y no pudo reunirse con ninguno de ellos.

Presidencia

Durante los próximos días habrá que elegir al nuevo presidente del Parlament y el nombre que se baraja es el de Idoia Ribas, que ha sido expulsada de Vox. Por lo tanto, el Govern de Prohens no puede permitir que una persona que ha actuado al margen de su partido, que ha promovido un ‘golpe de Estado’ contra el actual presidente de la Cámara y la máxima responsable de la formación en Balears, pueda encabezar y presidir la principal institución de Balears. Sería indigno y el PP no puede, de ninguna manera, entrar en ese juego. El PP debe aclarar qué hay detrás de esta crisis y si es cierto que los cinco diputados díscolos pretenden controlar el dinero del grupo parlamentario para ganar más. Idoia Ribas ha superado algunas líneas que no pueden sobrepasarse y por todo ello el PP no puede entrar en este juego, sobre todo cuando tiene los votos necesarios para elegir al nuevo presidente del Parlament. Los problemas de Vox no pueden salpicar a Prohens y cometería un tremendo error si deja la Cámara en manos de Idoia Ribas.