El Club Náutico Ibiza ha trasladado a las instalaciones de Marina Botafoch un total de 40 embarcaciones que permanecían amarradas en el muelle de Ribera. La intención es trasladar en los próximos días otros 40 barcos para garantizar la seguridad ante posibles temporales. Con esta decisión, como adelantó ayer este periódico, se pone en marcha un plan de contingencia que ha sido autorizado por la Autoritat Portuària. En total, dicho plan prevé que un total de 100 barcos puedan permanecer en Marina Botafoch hasta finales de abril.

Solución provisional

Este plan de contención es una solución provisional, como ha manifestado el director del club, mientras se está a la espera de que Autoridad Portuaria autorice la construcción de un dique de contención. Es preciso recordar que el Club Náutico Ibiza ha sufrido hasta tres fuertes temporales en los últimos años. En el último tuvo que desplazar de urgencia hasta 30 embarcaciones a su varadero ya que no había otra opción. Este tipo de soluciones, además, suponen un riesgo en materia de seguridad. Está claro que la APB ha hecho dejación de funciones en los últimos años, y parece que la llegada de Javier Sanz a la presidencia del ente tampoco ha solucionado nada. Poco se sabe de las gestiones que ha realizado el representante del Consell d’Eivissa en el consejo de administración de dicho organismo público.

Sintonía institucional

Más allá de la resolución definitiva al concurso sobre la gestión del Club Náutico Ibiza, está claro que los socios merecen soluciones a sus problemas, que se resolverían con la construcción de un dique de contención para frenar los efectos de los temporales. De hecho, ni siquiera las compañías de seguros quieren responsabilizarse de lo que ocurre en el Náutico Ibiza, lo que demuestra que la situación es precaria y que se requiere una solución técnica y definitiva. No caben más excusas. El presidente de APB, un cargo nombrado por el Govern de Prohens, debe dar soluciones a los problemas que se viven en Ibiza. Su silencio solo genera incertidumbre que los socios del Club Náutico Ibiza y los ibicencos en general no merecen.