La presidenta del Congreso de los Diputados y expresidenta del Govern, Francina Armengol, guarda silencio con el escándalo de la compra de mascarillas al asesor de Ábalos ahora detenido por presunta corrupción. El Ejecutivo que ella presidía otorgó un contrato a dedo de 3,7 millones a una empresa que ahora está en el punto de mira de una investigación de la Guardia Civil. Koldo García, exasesor de José Luis Abalos en el Ministerio de Fomento, ha sido detenido al formar parte de una trama que utilizó la pandemia para cobrar comisiones ilegales. El portavoz de los socialistas de Baleares, Iago Negueruela, apareció públicamente para no dar ningún tipo de explicación convincente. No supo aclarar, por ejemplo, qué persona en el Ministerio de Fomento recomendó la contratación de una empresa vinculada al exasesor de Abalos que, por otra parte, no tenía ningún tipo de experencia con el sector sanitario hasta ese momento.

Mascarillas en el almacén

Miles de mascarillas compradas por el Govern de Armengol están todavía empaquetadas en un almacén. No eran adecuadas para ser utilizadas y por todo ello el Ejecutivo dirigido por la líder socialista exigió la devolución de una parte de los 3,7 millones. Pero lo hizo a pocas semanas de las elecciones e incluso el mismo día que Marga Prohens tomaba posesión como presidenta del Govern. Las circunstancias que envuelven a este asunto son bastante sospechosas y merecen muchas más aclaraciones.

Preguntas sin resolver

Negueruela dice que está orgulloso de haber sido el portavoz de un Govern que gestionó uno de los peores momentos desde el rigor, la transparencia y con el objetivo de salvar vidas. Nadie cuestiona que este tercer propósito fuese uno de los objetivos del Govern de Armengol, pero el rigor y la transparencia hay que ponerlo en duda. No se entiende que fuese el Ministerio de Transportes, y no el de Sanidad, el que recomendase a qué empresas había que comprar mascarillas, que además no estaban homologadas. Y sobre transparencia, a la vista del silencio de Armengol, no pueden dar muchas lecciones. Habrá mucho tiempo para poder aclarar este escándalo que salpica de lleno al PSOE balear y que, a buen seguro, seguirá dando que hablar.