La escalada de precios de la vivienda en alquiler, lejos de frenarse, va a más a medida que se acerca la temporada turística. En este sentido, ya se están ofertando habitaciones en pisos a compartir por más de 1.000 euros al mes, tal y como puede comprobarse con un simple vistazo a las páginas de búsqueda de alquileres. E incluso se pueden ver ofertas para compartir habitación por 650 euros cada persona, una auténtica barbaridad.

Oferta y demanda.
Ibiza y Formentera, pero sobre todo la mayor de las Pitiusas, siempre han sido destinos laborales atractivos, entre otros detalles, porque el convenio de hostelería es uno de los mejores, y con mayor sueldo, del país. Al haber tanto interés por venir a trabajar a Ibiza se produce irremediablemente un aumento en el precio de la vivienda en alquiler, ya sean pisos completos o habitaciones. Las empresas pitiusas ya empezaron a reaccionar el año pasado y, en esta ocasión, están incluso alquilando pisos enteros para sus trabajadores, además de ofrecer alojamiento en el caso de algunos hoteles. En paralelo, al haber más empresas interesadas en alquilar pisos se reduce la oferta para particulares. De hecho, hay quien directamente alquila sólo a empresas.

Problema de difícil solución.
El Consell d’Eivissa está luchando desde hace años contra el alquiler de pisos a turistas, una lacra que sin duda merma la oferta de alquileres disponibles para todo el año a precios razonables,además de contribuir a la saturación de la isla. Poner un límite a los alquileres no parece que sea tampoco la solución, pues la picaresca llevaría a los propietarios a pedir parte del alquiler en negro. Mientras las instituciones siguen dándole vueltas a cuál podría ser la solución más efectiva, la realidad es que el precio de los alquileres expulsa a cada vez más gente de la isla.