Este periódico desveló este martes que el presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, está cobrando unos 2.700 euros que el Parlament abona al grupo parlamentario para compensar los gastos de funcionamiento. Este dinero lo reciben tradicionalmente los partidos políticos mientras los diputados ya perciben mensualmente los sueldos o las dietas. En el caso de Córdoba son dietas ya que el presidente de Formentera ya percibe un sueldo por su cargo en la institución insular. Es incompatible cobrar dos sueldos públicos al mismo tiempo. Desde que saltó la crisis política en Formentera, el dinero que debe llegar a Sa Unió lo está controlando Córdoba.

Pilar Costa, sorprendida

Llama poderosamente la atención que la socialista Pilar Costa preguntase al Govern por este hecho desvelado por Periódico de Ibiza y Formentera. Y es especialmente llamativo porque Pilar Costa forma parte de la Mesa del Parlament, que es el órgano que debería controlar este tipo de asignaciones. En lugar de dar una explicación al respecto, o al menos consultar con los funcionarios que gestionan estas asignaciones, la socialista prefiere utilizar la táctica del ventilador y aprovechar el caso de Córdoba para atacar al Govern. Más le valdría vigilar cómo un diputado puede quedarse con el dinero que le corresponde al partido con el que se presentó a las elecciones.

Más control

Este nuevo episodio protagonizado por Córdoba confirma que su único interés por estar en política es personal y que los tres años y algunos meses que le quedan en el cargo, a no ser que sea expulsado en una moción de censura, los intentará aprovechar al máximo para ingresar todo el dinero que pueda. De momento sus objetivos se están cumpliendo ya que, si también gestiona el dinero del grupo, es de sobras el político que más cobra de Baleares. Lo que no acaba de comprenderse es que el Parlament permita este tipo de situaciones y que no controle con más celo esta asignación económica. La Mesa del Parlament no puede permitir que se cometan estos abusos con dinero público y debería tomar cartas en el asunto de forma inmediata. La situación de Córdoba está superando todas las líneas rojas posibles y urge una reacción política.