Una Roma que ya no existe y unas cárceles que no existieron jamás son la base que sustenta la exposición dedicada al maestro grabador italiano Giovanni Battista Piranesi que desde ayer ocupa las salas de la Sala de Cultura de «Sa Nostra» de Eivissa.

En algunos periodos, Piranesi (1720-1778) utilizó modelos de arquitectura romana para su trabajo, considerado hoy día como una de las cumbres del grabado. Las obras que exhibe «Sa Nostra», gracias a la colaboración del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, pertenecen a una edición realizada el año 1836 a partir de las planchas originales, conservadas por uno de los hijos del artista tras el fallecimiento de éste.

La exposición ha quedado definida en dos partes claramente diferenciadas. Por un lado, la visiones romanas, en las que Piranesi demostró sus conocimientos de arquitectura a través del uso de las perspectivas, y, por otro, sus cárceles imaginarias, lugares oscuros y sombríos, y a veces violentos, en las que dio rienda suelta a todos sus conocimientos técnicos. También se exhibe un retrato de Piranesi, obra de Polanzani.

«Sa Nostra» presenta por primera vez en Eivissa la obra de este grabador en esta muestra, comisariada por Julieta Santacana y que permanecerá abierta hasta el próximo 14 de enero.