El año no ha hecho más que empezar y para los habitantes de estas islas llegan ya malas noticias desde el Gobierno central. La exigencia europea de convergencia de todos los países de la UE en cuanto a tarifas de infraestructuras aéreas y tasas de aterrizaje provocará, con toda seguridad, un alza de los precios de los billetes de avión cercano al siete por ciento.

Las compañías aéreas ya están estudiando a fondo el problema que les ha caído como venido del cielo casi el último día del año, con la decisión del Ministerio de Fomento de incrementar las tasas aeroportuarias hasta en un 1.834 por ciento. Una locura que obedece a la necesidad de unificar costes en todo el territorio europeo, lo que, una vez más, nos perjudica especialmente a los habitantes de las Islas.

Y el hecho se produce precisamente cuando las empresas afectadas hacen balance de un año que ha sido especialmente duro para sus cuentas, tras el imparable crecimiento del precio del petróleo y el fortalecimiento del dólar.

Pero sus preocupaciones "que pronto serán las de todos nosotros" no han hecho más que empezar, porque se estima que la nueva medida del Gobierno costará a las compañías aéreas unos doce mil millones de pesetas extras al año. Así que no resulta difícil imaginar que, en breve, el precio de los billetes experimentará una nueva subida.

Y todo ello ocurre cuando desde Bruselas se anuncia la aprobación de un estatuto especial para las islas europeas dentro de dos años. De momento, como las cosas de palacio van despacio, tendremos que confiar en que el Govern "quizá a través del Régimen Especial de Balears" intente minimizar para los ciudadanos este nuevo golpe económico que nos castiga sólo por tener que depender casi en exclusiva del avión para salir de casa.