La idea de la ecotasa ha provocado cierta sensación de pánico en Alemania, que la prensa «amarilla» ha sabido aprovechar para lanzar una campaña mediática contra nuestras Islas. El diario «Bild» no entiende de filosofías de país. Sólo le preocupa que los turistas alemanes deberán pagar más, aunque sólo sea un euro por persona y día. Desde Balears se puede criticar el estilo de periodismo que practica el «Bild» y su absurda pretensión de involucrar al Rey, pero no podemos dejar de lado una realidad: alrederor de veinte millones de alemanes leen el «Bild» cada día, lo que puede provocar una verdadera oleada de protestas ante el impuesto ecológico. Pero eso no es todo, pues se estima que la ecotasa conllevará la pérdida de entre el 15 y el 40% del turismo alemán, que elegirá otros destinos en los que se sienta más querido. Y lo peor es que muchos alemanes piensan que la ecotasa ya está en vigor.

Es cierto que ni el «Bild» ni nadie puede marcarnos nuestra política. Quien manda aquí, en esta cuestión, es el Parlament. Nadie más, salvo que el Tribunal Constitucional diga lo contrario. Pero también hemos de ser conscientes de las repercusiones de nuestras decisiones. Ahora tenemos la primera en la portada del diario de mayor difusión en Europa: la decisión balear no ha gustado. Y lo han dicho. También están en su derecho.

Nuestras autoridades se apresuran a descalificar la campaña del «Bild», considerándola desproporcionada y hasta «impresentable». Y anuncian contra-campañas de promoción que llegan tarde. La Conselleria de Turisme debería haber previsto con antelación las reacciones negativas y haberse adelantado con una adecuada información destinada a los mercados alemán y británico.

Por si no bastaran las repercusiones turísticas que pueden tener los anunciados despidos de miles de trabajadores de empresas europeas, ahora el «Bild» se posiciona en contra de Balears. Sería un error restar importancia al asunto. Es urgente que Govern y sector turístico intenten solucionar el problema antes de que sea tarde.