E l Govern de les Illes Balears plantea la posibilidad de abrir sus centros de atención al público por las tardes, tras conocer los resultados de un estudio de la Conselleria d'Interior sobre el grado de satisfacción de los ciudadanos con respecto a la Administración autonómica. Para ello no sería necesaria la ampliación de la plantilla, según el conseller Costa, sino una adaptación de los funcionarios a nuevos usos. Es cierto que el trato de los funcionarios hacia los contribuyentes, en general, se ha humanizado y lejos queda la prepotencia de aquellas ventanillas de antaño. Pero es preciso que, dadas las actuales condiciones de trabajo de muchas personas, la Administración pública sufra una transformación para facilitar los trámites y las gestiones que deben llevar a cabo los ciudadanos. En este sentido es enormemente positiva la iniciativa del Ejecutivo autonómico, aunque sería de agradecer que se llevara finalmente a buen puerto y no se retirara al poco de entrar en funcionamiento como ya ha sucedido anteriormente en otros ámbitos de la Administración.

Por otro lado, el estudio de la Conselleria refleja la demanda de una mayor descentralización, en especial desde Eivissa y Menorca. Se trata de una petición lógica de quienes, desafortunadamente, han tenido que desplazarse con asiduidad desde sus islas de residencia para las gestiones más simples.

Naturalmente, llevar a cabo esta importante reforma requerirá del esfuerzo de los funcionarios, tal vez hasta el momento, los trabajadores con mayores ventajas a nivel de horarios y de estabilidad laboral. Lo lógico es que, dada su condición de empleados al servicio del público, deban aceptarlo sin mayores trabas. Pero teniendo en cuenta sus derechos adquiridos, sólo cabe la opción de recurrir a voluntarios o a los funcionarios que ingresen a partir de ahora en la Administración autonómica.