Las mujeres son el motor del empleo de la UE, aunque siguen discriminadas en el mundo laboral. Esta conclusión podría extrapolarse a Balears, una comunidad donde la tasa de actividad laboral femenina alcanzó en 2006 casi el 55 por ciento, 6,5 puntos por encima de la media estatal.

Al margen de lo positivo que resulta este dato, todavía colean muchas de las reivindicaciones realizadas por los sindicatos para igualar definitivamente al hombre y la mujer en cuestión de trabajo. Basta con saber que Balears fue el año pasado la tercera Comunidad en la contratación de mujeres por empresas de trabajo temporal, con un 46,6 por ciento sobre el total.

La situación ha mejorado en los últimos años aunque, según anunció ayer CC OO con motivo de la celebración hoy del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, las mujeres de las Islas siguen estando muy por debajo de los hombres en el mercado laboral: su tasa de actividad fue casi un 20 por ciento inferior y la tasa de paro fue un 3,5 por ciento superior. Y todo ello, a pesar de que el nivel académico de las mujeres ocupadas es sensiblemente superior al de los hombres.

Patronales y gobiernos todavía tienen que realizar un esfuerzo mayor para lograr la soñada equiparación de salarios para el ejercicio de los mismos empleos, reducir el paro y la temporalidad, y conseguir que las mujeres dejen de ocupar las categorías más bajas del mercado laboral. Los últimos datos de febrero no fueron muy halagüeños: el paro se redujo a nivel estatal a costa de una mayor contratación de varones. Parte del camino ya se ha recorrido, pero todavía quedan muchos escollos que hay que superar para que la mujer vea reconocida su valía mediante un trabajo digno, estable y remunerado -por lo menos- en la misma cuantía que los hombres.