Justo el mismo día que la Bahía de Portmany volvía a sufrir los daños de un temporal (seis embarcaciones hundidas y más de 30 barcos varados) este periódico adelantaba en exclusiva el acuerdo que han alcanzado esta semana las instituciones competentes para regular el fondeo en esta zona.

Sant Antoni ha visto como en los últimos años el fondeo incontrolado de embarcaciones ha ido en aumento y ello, sumado a la construcción de nuevos diques, que ha hecho variar las corrientes en el interior de la bahía, ha creado un coctel explosivo, que provoca que cada vez que hay rachas fuertes de viento se hundan barcos y otros muchos queden varados o inutilizados. Esta imagen, que lamentablemente se ha repetido con asiduidad en los últimos años está dañando la imagen, los fondos y el ecosistema que queda en la antaño esplendorosa bahía.

Hasta ahora, las tres administraciones competentes, Costas, Govern balear y Ayuntamiento de Sant Antoni, se han estado pasando de una a otra la pelota sin que ninguna asumiera la responsabilidad de cortar de raíz el problema. Ahora parece que todas están dispuestas a asumir sus funciones y anuncian una regulación para hacer frente a este caos en el que se ha convertido el puerto. La fórmula está por concretar, puede ser un plan director, que Ports asuma unas competencias que Costas no lo puede hacer ahora mismo por falta de personal o que el propio ministerio refuerce su posición en este puerto. Son opciones que ahora se barajan, como la de los amarres flotantes, y que deben concretarse cuanto antes para evitar que la Bahía de Portmany siga desangrándose.