Ruido de sirenas y bocinas y decenas de barcos en procesión engalanados hasta el mástil. Es la fiesta marinera del día del Carmen. Recuerdo que de pequeño siempre me gustó esta fiesta por lo espectacular de la puesta en escena. Sabor veraniego en estado puro y de ahí mi amor a las embarcaciones y a la mar hasta que un día al malogrado Cine Cartago me llevó de carabina mi hermana que en esos tiempos ya pelaba la pava con quien acabó siendo el padre de sus criaturas. Esa peli en cuestión se llamaba "Tiburón". ¡Y Leches! vaya bocados pegaba el bicho. La madre que lo parió! Se comía todo lo que pillaba y no dejaba títere con cabeza. Eso me costó un buen par de pesadillas y mirar bajo el agua cada vez que me metía dentro de esta con los manguitos arremangados por encima de los codos.

¡Pero amigos! Cuando ya pensaba que había superado mis fobias al agua y ya mayorcete resulta que me voy a ver otra peli al cine (que por cierto, me gusta más la palabra peli que no film porque la segunda me suena más a rollo de celofán, asease: Rollazo de film ) y me encuentro con un barcazo negro como un tizón, enorme y con unas chimeneas gigantescas echando casi tanto humo como la chimenea de la central eléctrica que tenemos en la isla. Total que al final el barco este se va a pique y sus protagonistas un tío y una tía buena las pasan putas intentando mantener el equilibrio en todas las posturas mientras suena una melodía de fondo "Once more... you open de door..." (Que cada uno la cante como pueda y sepa), mientras el Capitán con su barba blanca estilo abuelo Heidi, desde el puente de mando ordena el abandono sistemático del barco, y así mientras va sonando la melodía esa y la gente se estruja por sobrevivir en la cubierta del barco luchando por los escasos salvavidas y botes existentes en el mismo, este se hunde inexorablemente mientras el tiburón de mi anterior pesadilla reparte bocados a diestro y siniestro a todos los que van cayendo al agua (y que ya no van a poder salir en la foto), y yo, pobre de mí, creyendo que mi trauma personal con los asuntos del mar había expirado, me vuelvo a sobrecoger cuando veo que anuncian otra peli en los medios locales cuya sinopsis va de una Concejal de un ayuntamiento que dice que quiere abandonar el barco antes de que se hunda y claro está que me entra de nuevo el pánico y me vuelven los recuerdos de "Titánic" y entonces me regurgitan los bocados espeluznantes del maléfico Tiburón y los de la nave empinada de popa (iba a decir fálica pero no es políticamente correcto) y me imagino a la Capitana del barco -pero sin barba y más guapa- intentando mantener el mismo a flote el mayor tiempo posible -al menos un año- con el fin de que su tripulación y su pasaje sufran los menores percances posibles, mientras desde el puente de mando exhala la última bocanada de aire antes de ser tragado el esquife por el profundo, helado y tenebroso averno que puede llegar a convertirse la política para algunos navegantes mientras el resto del pasaje se vapulea o se mata por sobrevivir o sencillamente se deja morir en las frías aguas resignado a su suerte , cuando a lo lejos y ya bajo las aguas cada vez más profundas en las que va sumergiéndose el Ayuntamiento se escucha de fondo la misma y trágica melodía marinera de antes que no me deja dormir. "Once more... you open the door"... Far across the distance and spaces between us ... Near...far... Wherever you are... hasta que finalmente se pierde en las profundidades del abismo.