1. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o de derecho. 2. f. Potestad, facultad, legitimidad. 3. f. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia. 4. f. Persona que ejerce o posee cualquier clase de autoridad. 5. f. Solemnidad, aparato. 6. f. Texto, expresión o conjunto de expresiones de un libro o escrito, que se citan o alegan en apoyo de lo que se dice.

Son las acepciones de ‘autoridad’ recogida en la Real Academia Española de la lengua. Me pregunto cuántas de ellas - descartando la última - se pueden aplicar a la Autoritat Portuària de Balears (APB). Mando ejerce, desde luego; de lo que no estoy seguro es de que tenga tanta legitimidad para hacerlo. Del prestigio mejor no hablamos porque ignoro los méritos que ha contraído la institución a lo largo de su historia. Pero reconozco que me sorprende su modus operandi; guiado por una suerte de lema invisible: ‘vosotros opinad, que nosotros, que somos los que cortamos el bacalao, haremos lo que nos plazca’. Me sorprende porque entiendo que los que más saben sobre lo que necesita o no necesita Eivissa son las autoridades locales. El Ayuntamiento, el Consell insular, se supone, conocen el terreno, toman diariamente el pulso a los ciudadanos, se relacionan con vecinos y comerciantes... y todo ello les debería otorgar una cierta ‘autoridad’ a la hora de decidir que se hace, por ejemplo, con la fachada marítima, a la hora de proponer hacia dónde deben orientarse las eventuales reformas. Pero no, la autoridad aquí es una, y el resto opina, quizá sin mucha esperanza de que su voz al final sirva para mucho. Qué extraño, ¿no?