Tercera semana de negociaciones y todo sigue igual aparte de la retahíla de frivolidades con las que nos obsequian de lo que harán supuestamente en los próximos cuatro años.

La situación sigue enrocada y Podemos no quiere estar en un gobierno presidido por el PSOE, pero sí aceptaría a Mes. Como si el partido de Biel Barceló acabase de llegar al poder hace dos días y no fueran casta. Recordemos a Podemos que algunos de sus dirigentes han tenido incluso que dimitir por casos de presunta corrupción. Pero vamos al lío. Podemos no quiere al PSOE en la presidencia y Més no quiere que Podemos esté fuera del Govern porque temen, y con razón, padecer una oposición por la derecha (PP y Ciudadanos) y otra por la izquierda (Podemos). Así se planteó en la primera semana de negociaciones y, al menos ayer, era el panorama que se presentaba ante los futuros contactos. En Palma, lo mismo. Som Palma, marca blanca de Podemos, no acepta a un alcalde socialista. Quiere a alguien de Mes, pero este partido busca un gobierno tripartito.

En Eivissa ya sabemos que las negocaciones se bloquearon el viernes cuando se habló de los sueldos, pero evidentemente un gobierno de Vicent Torres con Podemos fuera es pan para hoy y hambre para mañana. Llegará un día en que Podemos, y todos estos nuevos políticos, tengan que tomar decisiones. Si no las toman también serán corresponsables de las decisiones que tomen aquellos políticos que, gracias a sus votos, estén en el poder. Llegará un día que, al igual que la llamada casta, deberán rendir cuentas antes los ciudadanos, de los hechos y de los errores. Todo llegará, incluso para Podemos. Y entonces es posible que entiendan a la casta.