Octubre es el mes en que tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Guardia Civil celebran sus festividades: el día 2 de octubre, día de los Ángeles Custodios, día de la Policía y el 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil. Este año se llevaron a cabo los actos institucionales del día de la Policía el martes 4, pues el día 2 cayó en domingo. Con motivo de tan relevante celebración, y como viene siendo tradición, se celebró un acto solemne en la Comisaría de Policía de Ibiza, con la asistencia de las máximas autoridades de la isla, encabezadas por el presidente del Consell, Vicent Torres, y el director insular, Roger Sales. Recuerdo esto porque viene bien, aunque solo sea una vez al año, rendir homenaje al trabajo de un colectivo profesional dedicado a servir y proteger a la ciudadanía. Cuando a menudo solo ponemos el acento en las disfunciones en los servicios públicos, es de justicia y constituye un acicate y un estímulo para ellos, destacar su entrega y abnegación en la labor diaria de las Fuerzas de Seguridad, que redunda en la seguridad colectiva, en el adecuado ejercicio de las libertades que garantiza la Constitución y contribuyendo con ello al progreso de nuestra sociedad. Desde la exigencia permanente de máxima eficacia, para lo que hay que dotarles de los medios adecuados para desarrollar su trabajo, hay que reconocer lo mucho que hacen, incluso a menudo con riesgo para su propia integridad. Es por ello que tampoco han de pasarse por alto los ataques gratuitos y sin fundamento, con insinuaciones colectivas de comportamientos poco éticos o incluso de connivencia con grupos criminales, que leemos habitualmente. Hasta en eso son profesionales, haciendo oídos sordos a la difamación.