Más fútbol, menos institutos. | Imagen de wsyperek en Pixabay

La famosa frase «La religión es el opio del pueblo» acuñada a Karl Marx, en los últimos años ha sido actualizada o alterada por «el fútbol es el opio del pueblo» y desde mi punto de vista con bastante acierto. A tenor de que los problemas del deporte rey se solucionan con más rapidez que los graves y eternos problemas de infraestructuras educativas que sufre Vila y gran medida la isla de Ibiza.

Parece ser que el nuevo campo de fútbol (Mini Estadi Es Putxet) comenzará a construirse este mismo año, con un presupuesto de 8 millones de euros, de hecho ya está planificado y en proceso de licitación. Lo que no se sabe es que han hecho con los 50.000€ que el Govern Balear tenía presupuestado para un nuevo instituto, en el año 2022. No nos preocupemos del todo, nuestros hijos e hijas tendrán problemas para cultivar la mente pero más posibilidades para cultivar el cuerpo, sobre todo para aquellos que practican el deporte rey. Es verdad que la comparación puede tener un tinte demagógico pero es evidente que es más prioritario, para algunos políticos, abordar los problemas del fútbol que los problemas educativos.

La verdad es que desconozco los problemas que tiene el fútbol pero intuyo que la falta de terrenos de juego será una de sus principales debilidades. Si preguntas a cualquier entrenador te dirá que el éxito del deportista se basa en gran medida en los medios y las infraestructuras que tiene para entrenar y desarrollar su actividad. De la misma forma que en el deporte, la actividad pedagógica se debe abordar inicialmente con espacios e infraestructuras adecuadas como base para su éxito, la masificación de los centros, la carencia de aulas, la ausencia de espacios polivalentes, etc. son sin duda parte de los factores que nos sitúan como uno de los territorios con mayor fracaso escolar del estado.

La primera vez que recuerdo que se habló públicamente del Instituto de Can Cantó fue en 2019, incluso la entonces Ministra Beatriz Corredor, rodeada de otros lugareños políticos, visitó el lugar para anunciar su futura construcción. Más de 4 años después los avances no son observables. Para que nos podamos hacer una idea de la carencia de infraestructuras educativas de secundaría, en el municipio de Vila, el último Instituto que se construyó fue el IES Sa Colomina en el año 2001, han pasado más de 20 años y un aumento considerable de la población de 34.000 a más de 50.000 residentes. Como dato curioso en su inauguración ya se mencionó que con este centro de secundaria no iba a ser suficiente.

Reconozco con tristeza que la carencias de infraestructuras educativas no ocupan tanto interés como la falta de campos de fútbol, al final la polis es el reflejo de las prioridades de sus dirigentes. Desde la ironía más pura, quizás no quieren construir un nuevo instituto porque, teniendo en cuenta los últimos acontecimientos, no habrá profesores para dar clases. Para muestra un botón.