En los últimos tiempos, el secretario general de la FSE-PSOE, Josep Marí Ribas ‘Agustinet’, no gana para disgustos. Habrá que llamarle ‘Disgustinet’. Y aunque no es plan hacer leña del árbol caído, ya se sabe que a perro flaco todo son pulgas.

‘Disgustinet’ admite su disgusto ante la situación generada tras la detención de su sucesor en la alcaldía de Sant Josep de sa Talaia, Ángel Luis Guerrero y de la abogada del área de Urbanismo del consistorio, en una operación de la Guardia Civil contra la corrupción urbanística ordenada por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Ibiza.

Naturalmente, nadie esperaba que el líder de los socialistas ibicencos dijese que está satisfecho de que el Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia sea objeto de una investigación judicial que quién sabe si le puede acabar salpicando a él mismo.

La preocupación es máxima en las filas socialistas y no la atenúa que Guerrero, en un gesto de responsabilidad y decencia, haya renunciado al acta de regidor y abandone el consistorio, además de haber pedido la baja temporal del PSOE..

  • Confianza ciega

Tal y como se ha desarrollado la operación judicial, tanto los arrestados como el propio PSOE tienen motivos para estar preocupados. Nadie pasa dos noches en el calabozo si los investigadores no tienen indicios de la presunta comisión de algún delito grave. Esto es una obviedad. Que, además, la fase de explotación de la operación, con cinco detenciones y ocho registros, se haya producido pocos días antes de que Guerrero cediese el sillón de primer edil tras el decepcionante resultado electoral del 28 de mayo, no es baladí.

Y si bien los arrestados gozan de la presunción de inocencia y de que en el momento de ser detenidos estaba decretado el secreto de sumario; y si bien Josep Costa, abogado de Guerrero, dijo que éste estaba colaborando con la Guardia Civil en el registro del consistorio; lo cierto y verdad es que se acogió a su derecho constitucional a guardar silencio y a no declarar ante la jueza instructora, por lo que, por ahora, colaboración, más bien poca.

Dejemos a parte la maniobra orquestada por los abogados para impedir que los periodistas hablasen con Guerrero y ni siquiera pudiesen fotografiarle, algo propio de delincuentes habituales y no de líderes políticos que nada tienen que esconder y que dicen querer que todo se esclarezca porque son inocentes. Lo de siempre.

  • Antes de tiempo

El colmo de la desfachatez lo protagonizó ‘Disgustinet’ al pedir que se respete la presunción de inocencia y a pedir «que no se condene a nadie antes de tiempo». ¿Por quién lo dice? Eso es algo que ha hecho él y el partido que lidera en no pocas ocasiones, la más reciente en el caso de ‘La vida islados’.

Hasta ahora, el PP de Ibiza ni siquiera ha lanzado un triste tuit sobre este presunto caso de corrupción urbanística que salpica de lleno al PSOE ibicenco. Ningún comunicado de prensa para tratar de sacar rédito político de una actuación judicial. ¿No hay diferencia con lo que hubiesen hecho los socialistas sí algo parecido hubiese tenido lugar en Sant Antoni o Santa Eulària?

  • Imputados

TalLo cierto y verdad es que la operación anticorrupción en Sant Josep es el colofón a una legislatura que termina con la imputación de insignes socialistas: Josep Costa, Rafa Ruiz y Ángel Luis Guerrero. Casi nada.

Los socialistas de Ibiza, que acusaron de corrupción al presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, con una ligereza y una falta de sustancia vergonzosa, encaran con este catastrófico y apestoso balance, unas elecciones generales que ya estarán deseando que nunca hubiesen sido convocadas por Pedro Sánchez.

Este sí que es un buen disgusto.