Prohens se compromete con las Pitiusas | M. À. Cañellas

Se habrá acabado que Eivissa sea una isla de segunda en el acceso a la salud y por eso, mi primera reunión en el ámbito sanitario como presidenta será con sus profesionales y pacientes, especialmente con los enfermos oncológicos, que en los últimos años han visto cómo eran atendido por teléfono, en una absoluta falta de empatía. Y su Consell nos tendrá de aliado, a su lado, en su lucha contra la oferta turística ilegal y el intrusismo. Y se habrá acabado que el Govern ignore Formentera, se habrá acabado acordarse de la isla a las puertas de una campaña y gobernar el resto del tiempo contra su gente y contra su manera de vivir. Garantizaremos sus derechos y servicios, como el de una atención sanitaria de calidad para todos los formenterenses y reconoceremos la gente que ha trabajado o vivido en la costa, que es quien la ha protegido, quien la ha cuidado y quien ha hecho de la isla una de las joyas del Mediterráneo». Estas palabras sobre Ibiza y Formentera fueron pronunciadas este lunes por Marga Prohens durante su discurso de investidura.

La candidata ‘popular’ sabe que buena parte del éxito del PP en las Pitiusas se debe a estos dos asuntos: la asistencia sanitaria en Ibiza y los chiringuitos en Formentera. Y es por eso que alude a ellos para conseguir la confianza de la Cámara. Hace bien en hacerlo y en comprometerse desde el principio en buscar soluciones a problemas tan acuciantes como de difícil abordaje. Porque lo cierto es que no son sencillos de solventar. Si lo fueran, el Ejecutivo de PSIB-PSOE y Unidas Podemos no se habría atragantado con ellos. Pero lo peor y lo que los electores castigaron más severamente fue que el Govern Armengol negó el problema. Y actitudes así, en política no se perdonan. La ineficacia, la insolvencia a la hora de solucionar los problemas graves, se acaba pagando caro.