La semana pasada el sector del Chárter náutico de Formentera volvió a poner el grito en el cielo por los nefastos servicios que están sufriendo en el varadero del puerto de la Savina que está en unas condiciones nefastas. La grúa para barcos no funciona desde hace bastante tiempo, lo que impide la botadura de embarcaciones de mayor dimensión. Las instalaciones no tienen baños, los cubos de basura están rebosantes, los enchufes inútiles, entre otros despropósitos.

El presidente de la patronal manifestó a Formentera Radio que el sector estaba «sobreviviendo» a la espera de lo que «pasará el año próximo», ofreciendo el alquiler de embarcaciones prácticamente a precio de coste.

La situación es que se acaban las prórrogas de las marinas de Formentera y saldrán las concesiones a 30 años. Si los concursos de la APB premian la oferta económica entre los requisitos, el sector tiene claro que no habrá empresas de la isla al frente, lo que puede convertir las instalaciones públicas en objeto de deseo de otras corporaciones en la búsqueda de jugosos beneficios.

En este sentido, los operadores de Chárter muestran su enfado ante lo que consideran que ha sido una política de «hacer caja» por parte de la APB que ha impuesto unas tarifas desproporcionadas y ha alargado sin sentido concesiones, impidiendo que estas inviertan en la mejora del servicio.

Los puertos del Estado en Baleares dejaron en las arcas públicas, casi 29 millones de euros de beneficios en 2021. No tiene ningún sentido que una administración de servicio público tenga esos resultados positivos, mientras sus usuarios sufren una gestión negligente que afecta al día a día de empresas y usuarios.

El puerto de la Savina es la única puerta de entrada de la isla, no debería ser el primer abuso económico.