Miquel Jerez y Vicent Marí, durante la reunión mantenida este viernes

La semana pasada se reunieron el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, y el senador autonómico, Miquel Jerez, para analizar la grave y acuciante problemática de la falta de funcionarios públicos del Estado en Ibiza. El problema hace años que está diagnosticado, pero no hay forma de que el Gobierno de España le meta mano y decida ponerle remedio. Los funcionarios no quieren venir destinados a las Pitiusas y los que vienen, lo hacen con carácter forzoso, y se marchan pitando tan pronto como les es posible. No hay estabilidad porque Ibiza es ahora un mal destino, casi de castigo, donde no se gana lo suficiente para vivir dignamente, porque hay que destinar una gran parte del sueldo a la vivienda, carísima por otra parte, y así no hay forma de asentarse. Todo el mundo sabe lo que hay que hacer, pero al Gobierno de Pedro Sánchez no le da la gana hacerlo. Hay que equiparar el plus de insularidad con Canarias y hay que habilitar viviendas para colectivos específicos como Policía y Guardia Civil. Pero ni por esas. Añado yo que si lo exige el PP, aún menos lo harán; y el problema se irá haciendo cada vez más grave, como si no lo fuera ya bastante. Pero sucede que la falta de mano de obra no afecta sólo a la función pública. La empresa privada también lo padece. Ahí está la Escuela de Hostelería de Ibiza, que iba a solucionar la carencia de profesionales cualificados en el sector de la restauración y al paso que vamos, no va a solucionar nada. Yo dudo que encuentren personal docente que quiera trabajar enseñando a las próximas generaciones de cocineros, camareros, maîtres, etc. Ya verán como tampoco la flamante Escuela de Hostelería de Ibiza se libra de este problema gravísimo, que no atañe sólo al Gobierno central, sino a toda la sociedad pitiusa.