Los excesos son una de mis aficiones vitales favoritas. Hay quien defiende que dan una vida más larga, otros se quedan con la llamarada de intensidad, incluso algún místico afirma que su senda lleva al palacio de la sabiduría. Nada que ver con eso que llaman hoy turismo de excesos, que acostumbra a ser de una zafiedad deprimente, bajo cuya vulgar pezuña no vuelve a crecer la hierba de ningún otro viajero.
Opinión
Turismo de excesos
También en Opinión
- Preocupación entre los vecinos de un solar del municipio de Ibiza por el hallazgo de importantes restos arqueológicos
- El patrón de la patera taxi de Formentera roció con gasolina a los guardias civiles
- Noel Gallagher, de Oasis, vende su casa en Ibiza porque no soporta como vecino a James Blunt
- Atentado contra el patrimonio en Ibiza: dos mujeres revientan la cueva de es Culleram
- Dona todo su patrimonio a la sanidad pública balear por el buen trato recibido
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Los culpables son los políticos vendidos. Por un módico precio dan carta blanca a hoteles y discotecas para hacer lo que les de la gana,sin tener represalias por sus atrocidades. Es el todo vale mientras la mordida sea del agrado del político de turno.
Y el exceso de turismo?