Con la renuncia de Andreu Manresa al puesto de director general del Ente Público Radiotelevisión de les Illes Balears, que ha venido desempeñando desde que fuera elegido por el Parlament el 24 de noviembre de 2015 y reelegido el 26 de abril de 2022, se abre un nuevo ciclo en IB3 que, como suele suceder en estas situaciones, está plagado de incertidumbres e incógnitas que el tiempo se encargará de despejar.

La refundación y remodelación a la que se refirió Manresa cuando el Parlament aprobó su reelección, con los 31 votos de los partidos de izquierda y los 27 votos en blanco de la oposición, se queda en la lista de cosas pendientes de hacer. Realmente, hay demasiadas tareas pendientes en IB3. El malestar, tanto interno como externo, por su decepcionante gestión, le ha acabado situando en una posición demasiado frágil e inestable como para seguir al frente cinco años más.

Los últimos meses han sido los más oscuros. Manresa sucumbió a la desidia y muchos critican que últimamente ‘pasaba de todo’. A eso parecía referirse la consellera de Presidència del Govern, Antónia Estarellas, cuando refiriéndose a él, dijo en la comisión de Hacienda del Parlament que «va a lo suyo, no responde», tras lo cual anunció una auditoría urgente a IB3

INTERNALIZACIÓN
La internalización de 315 trabajadores es un proceso que algunos tildan de «. Además, no ha garantizado la libre concurrencia de los profesionales que así lo hubiesen deseado, a trabajar en IB3 tras obtener plaza en un proceso selectivo donde primen los principios de Igualdad, Mérito y Capacidad. El Ente se ha quedado a los que ya trabajaban en las productoras y asunto zanjado. Incomprensible. Sin oposición, sin concurso público.

El pasado mes de julio, el Comité de Empresa de IB3 criticó duramente a Andreu Manresa por «haberse desentendido de la internalización» de los trabajadores de los servicios informativos y sus servicios asociados. Lamentaban la paralización del proceso y que «nadie asume la gestión ni siquiera el director general del ente». Llegaron a afirmar que «no solo se ha desentendido de la internalización, sino que bloquea cualquier avance». Y también que»el servicio continúa siendo precario y las condiciones laborales de los trabajadores, en lugar de mejorar, empeoran».

Llegaron al punto de denunciar públicamente que no se habían mejorado las condiciones laborales de los trabajadores internalizados y que el personal «continúa con las malas condiciones de la empresa privada y sin haber conseguido ninguna mejora, todo lo contrario». Los profesionales que entran para hacer sustituciones, cobran más que los que llevan 12 años allí. Imagínense.

PRODUCTORAS
El sector audiovisual tampoco ahorró críticas a la gestión de Manresa. La Asociación de Productoras Audiovisuales (APAIB) llegó a convocar una protesta frente al Consolat de Mar el pasado mes de marzo, a la que se adhirieron la Asociación de Cineastas de las Islas Baleares (ACIB), la Asociación de Profesionales del Audiovisual de Ibiza (APAIB) y la Delegación de CIMA en las Islas Baleares. Criticaban que la parrilla televisiva estaba llena de programas ya emitidos, abusando de la redifusión ante la ausencia de nueva programación. Y lamentaban que, aunque las productoras externas proporcionan el 85 por ciento de los programas de TV, IB3 sólo les dedica el 22 por ciento del presupuesto.

CENTRALISMO
Desde el punto de vista de Ibiza y Formentera, la situación es mucho peor, pues el centralismo mallorquín está omnipresente en la parrilla televisiva. Las propuestas provenientes desde las Pitiusas han topado con la indiferencia, cuando no el desprecio, de la dirección del Ente. Esa ha sido una constante en los ocho años de mandato de Andreu Manresa. Básicamente han trabajado para IB3 las productoras mallorquinas y muy poco o nada, las de Menorca y las Pitiusas. Incluso han trabajado empresas de fuera de Baleares. Lo de potenciar el sector audiovisual se ha quedado, así, en una mera declaración de intenciones. Irreal.

NUEVO DIRECTOR
El Consejo de Dirección de IB3 debe ahora nombrar a un sustituto de Manresa. Sin embargo, este órgano compuesto por nueve consejeros designados por los grupos políticos en la pasada legislatura, ya no obedece a la realidad social y política expresada en las urnas el pasado 28 de mayo.

Una vocal fue designada por Gent per Formentera y otro lo fue por El PI. Ambos partidos son ahora extraparlamentarios. Incluso Podemos, que ahora está en el Grupo Mixto con un único escaño, colocó en el Consejo de Dirección a Gina Garcias. Y, sin embargo, no hay en ese órgano ningún vocal propuesto por Vox, que actualmente es el tercer grupo en número de diputados en la Cámara balear. Esta situación es bastante anómala y debe ser corregida a la mayor brevedad, modificando la Ley si es preciso. No hay que temer los cambios, siempre que sean para mejorar. Y total, las audiencias, salvando los informativos, será difícil que vayan a peor.