Patricia de las Heras. | Europa Press - A. Pérez Meca

La presidenta de Vox Baleares, la ibicenca Patricia de las Heras, protagonizó el papelón de su vida política el pasado martes, cuando defendió el voto en contra del techo de gasto del Govern. La joven diputada disertó tediosamente sobre el techo de gasto no financiero, la regla de gasto, la estabilidad presupuestaria, la ley de finanzas de Baleares, la sostenibilidad financiera, el programa de estabilidad 2023-2026, el crecimiento del PIB, la deuda pública, la deuda per cápita, la eurozona, el escenario macroeconómico, la tasa de desempleo y otras zarandajas, mientras mostraba un gráfico sobre la evolución de la deuda pública en España. Imagínense la escena. Patricia, desubicada, creía estar en el Congreso de los Diputados discutiendo con la ministra de Hacienda María Jesús Montero sobre la situación de la economía española.

Pero pronto pudimos descubrir el engaño mayúsculo, la impostura y la falsedad del discurso de Patricia, quien soltó una perorata infumable anunciando que el «Grupo Parlamentario Vox votará en consecuencia», para luego demostrar que lo que hacían era una represalia por la abstención del PP en la proposición no de ley de libre elección de lengua que se había votado minutos antes. El summum del esperpento aconteció cuando Antoni Costa le recordó que «tenemos un pacto firmado» y le hizo ver que no aprobar el techo de gasto supondría incumplirlo, ya que impediría ejecutar medidas contempladas en el documento suscrito. Patricia, en un ejercicio de cinismo pocas veces visto a este nivel, dijo: «En dicho acuerdo no se hablaba de techo de gasto. No nos puede atribuir a nosotros incumplimientos». Se hablaba de aprobar los presupuestos, lo cual requiere aprobar el techo de gasto. Será difícil que la próxima vez que Patricia suba la tribuna, sea tomada en serio. Es lo que tiene cuando se hace política de teatrillo.