El mundo de la política en nuestro país, atraviesa una época realmente convulsa, siendo numerosos los ejemplos que confirman tal situación. Los dos plenos de investidura del Congreso de Diputados, las negociaciones con Junts, Esquerra y Bildu, las algaradas callejeras alentadas por Vox, las acusaciones de lawfare por ambas partes, la ley de amnistía y más reciente la moción de censura en el Ayuntamiento de Pamplona; son todos ellos algunos ejemplos de lo que viene tensionando la política en general.
Y parece claro que el mundo de la política en nuestras Illes Balears, no se escapa de ese estado de convulsión. Dos son los temas que centran la atención de los ciudadanos de nuestras islas; la estrambótica situación por la que pasa la política en la isla de Formentera por un lado y la incógnita en la tramitación de los presupuestos autonómicos en el Parlament Balear por el otro.
Precisamente del trámite parlamentario de las cuentas autonómicas de 2024, es de lo que vale la pena hablar y en lo quisiera centrarme hoy. Todavía resuenan en nuestros oídos los sonoros alardes de Marga Prohens anunciando en su momento la formación de un Govern Balear del PP en solitario y por supuesto, también recuerdo el aviso por mi parte, de que no todo iba a resultar tan fácil como se nos estaba pretendiendo hacer creer.
Ahora mismo nos encontramos a las puertas de la celebración la próxima semana, del pleno definitivo para la aprobación o no de los presupuestos autonómicos; con un escenario inédito hasta la fecha, en el que a la espera de lo que pueda estar ocurriendo durante el presente fin de semana de intensas negociaciones, lo cierto es que desde el Govern no se tiene la absoluta certeza de que sus cuentas puedan salir adelante. Lo que está ocurriendo ya se veía venir en el momento que Vox, también por primera vez en la historia parlamentaria balear, se permitió rechazar la aprobación del techo de gasto que debía suponer el pistoletazo de salida a la tramitación de los presupuestos.
En ese preciso momento, Prohens y todo su gobierno empezaron a ser conscientes de quien tiene la paella por el mango en lo que a la gobernabilidad de nuestras islas se refiere. Ese primer rechazo de Vox a las cuentas del Vicepresidente y Conseller d’Hisenda, vino motivado por la falta de apoyo por parte del PP a la propuesta presentada por Vox relativa a la libre elección de lengua en el proceso educativo de nuestros alumnos. Inmediatamente se apresuro Toni Costa, como portavoz del Govern, a anunciar un próximo consenso en la propuesta de la extrema derecha; cosa que ciertamente ocurrió y se desbloqueo la propuesta y se aprobo el techo de gasto.
Pero todo ello no fue más que el principio del tira y afloja que mantienen los socios del Govern en cuanto a la tramitación de los presupuestos del 24. Previo al debate definitivo en el pleno del Parlament, los presupuestos en cuestión deben pasar por el trámite previo de la Comisión de Hacienda y ha sido en la misma, donde se han escenificado los enfrentamientos entre los socios de la investidura de Prohens.
En este preciso momento todo está en el aire; Vox reclama un mínimo de 20.000.000 de euros para su plan de segregación por vía de libre elección de la lengua de nuestro alumnado, mientras que para el PP la cifra es abusiva; Vox reclama la eliminación de los cuentas presupuestarias de las subvenciones a patronales y sindicatos, entre tanto el PP se resiste a dicha eliminación. El partido de ultraderecha, le recuerda a Prohens y a Toni Costa que debido al enfrentamiento que mantienen con el único diputado de Formentera, para sacar adelante los presupuestos, necesitan indefectiblemente los votos a favor de Vox.
Y por si al Govern le quedaba alguna duda sobre el posible rechazo a sus cuentas autonómicas, en los trámites previos han visto como acababan cayendo más de una veintena de artículos de la ley y las partidas correspondientes a las secciones de Educación, Economía y Empresa; cabe recordar que la caída de una sola sección, provocaría la caída total de los presupuestos.
El desconcierto en las filas del PP es generalizado y si bien es cierto que en estos momentos todo está en el aire, no lo es menos que el Govern tiene la espada de Damocles sobre su cabeza, ya que para que salgan adelante sus presupuestos, necesita algún voto más de los 25 de su grupo y, esos apoyos solo pueden salir de los diputados de Vox, o del diputado de Formentera y visto lo visto a día de hoy no tiene asegurados ni los de unos, ni el del otro.
El insólito escenario balear debería hacer pensar al PP en general, ya que si Núñez Feijóo dice que el Gobierno Español está secuestrado por los independentistas, el suyo en Baleares lo está por la extrema derecha y en este último caso, lo que está en juego son políticas involucionistas que atentan contra el bienestar social y me atrevo a decir que contra la propia democracia.