Imagen de la lista de la revista

La revista Forbes ha llegado a la conclusión de que 2023 ha sido un gran año para los milmillonarios: los que tienen más de 1.000 millones en dólares. Se antoja complicado que un año pueda ser malo en realidad para un milmillonario, por mucho que quede el consuelo de que los ricos también lloran. Se ignora si los tan, tan ricos lo hacen igual que los potentados normales, pero se les puede intuir una cierta despreocupación vital. Cubiertas las necesidades vitales básicas, las accesorias y todas las demás, con algo se desvelarán, digo yo. Resulta incluso complicado hacerse una idea de lo ricos que son los que forman parte de ese club. Forbes, que para esos asuntos es tan fiable como L’Osservatore Romano al hablar del Vaticano, cifra en 2.781 las personas cuyas fortunas superan esa cifra. Resultan ser 141 más que el año anterior y un récord. Tampoco el aumento altera mucho la proporción, si se tiene en cuenta el incremento de la población mundial año a año.

Forbes también apunta a que el patrimonio de este grupo también ha crecido: en dos billones de dólares. Entre los 2.781 resultan tener el equivalente a todo el producto interior bruto de España durante una década buena. Toda la riqueza de 13 de los países de la Unión Europea. Da para condicionar mucho la realidad de los otros 8.000 millones de habitantes de la Tierra. La revista destacaba que este año, sin embargo, es de los primeros en los que ninguno de los menores de treinta años que forma parte del club se ha ganado su dinero: les ha llegado por herencia a todos. Otra nota común en las crónicas ha sido destacar el acceso a la lista de Taylor Swift. Las previsiones es que 2024 también será un buen año para los milmillonarios, a los que solo queda recordarles la frase que aparece en un osario castellano del siglo XIII, época más complicada para el club: «Como te ves, yo me vi. Como me ves, te verás».