El control en el aeropuerto es necesario y también problemático

Mientras no esté implantado el pasaporte sanitario, los controles a los viajeros nacionales, impuestos por el Govern balear con el aval del Supremo, y a los internacionales, decretados por el Gobierno, suponen un cuello de botella en cuanto coinciden algunos vuelos a la misma hora. Las colas son inevitables, así como las molestias a los usuarios. Es un peaje del que no se pueden librar los turistas que escogen Ibiza y Formentera para pasar sus vacaciones, ya que sería un suicido no hacer controles.

La sentencia del Tribunal Supremo favorece las fiestas ilegales

La anulación del toque de queda y del límite a las reuniones sociales por parte del Tribunal Supremo favorece la celebración de fiestas ilegales en villas privadas que no tengan la condición de vivienda turística vacacional, establecimientos que tienen limitadas las reuniones a un máximo de 10 personas por parte del Govern balear. Las ordenanzas municipales son el único instrumento para controlar unas fiestas cuya proliferación mientras esté cerrado el ocio nocturno el sector teme con razón.