Ibiza tiene un grave problema con los vertidos fecales al mar y la depuración de aguas. No es algo nuevo sino que se arrastra desde hace muchísimos años y ha ido empeorando a medida que ha aumentado la población y la presión turística. En un destino turístico de primer nivel, no es de recibo que se produzcan vertidos fecales cada vez que llueve o sube la presencia de turistas en una zona. Las inversiones en infraestructuras de depuración deberían ser siempre una prioridad para evitar episodios como el de ses Figueretes y s’Arenal de Sant Antoni este mes o playa Pinet y Cala Gració el mes pasado.

Una ley turística con una normativa acorde con los cambios actuales

El Govern, a través de la Conselleria de Turisme, ya ha lanzado varios avisos claros de cuál será su estrategia política en la elaboración de la nueva Ley General Turística. Se va a aprovechar lo mejor de las leyes anteriores, caso de las de 1999 y 2012, así como la actual aprobada en 2022, aunque de manera simbólica. El objetivo es mejorar la modernización, evitar los dobles usos turístico/residencial y acabar con la actual moratoria. El Govern quiere modernizar la normativa y adecuarla a las actuales exigencias del mercado.