Los inspectores de trabajo deberían denunciar las malas prácticas

El Sindicato de Inspectores de Trabajo remitió hace unos días una nota dirigida a este periódico donde reiteraba la importancia del trabajo de este colectivo y criticaba la información que desvelaba la petición de ciertos privilegios por parte de los funcionarios desplazados a Balears. Nadie cuestiona la relevancia de este cuerpo, pero sí debería criticarse que algunos pretendiesen desplazarse a las islas para disfrutar de ciertos privilegios. Es razonable pensar que dicha nota fue promovida por el propio Negueruela, que debería saber que habrá más revelaciones escandalosas y que por mucho que intente lo contrario saldrán a la luz en breve.

Del silencio por las menores prostituidas a la indignación por el error de Costa

Desde hace días vemos la indignación de algunas dirigentes políticas progresistas por el error que cometió Costa al nombrar a un alto cargo acusado de agresión sexual. También asociaciones feministas progresistas se han sumado a esta indignación y han pedido la dimisión del vicepresidente del Govern. Están en todo su derecho a hacerlo, pero lo que sorprende es que actuasen de manera tan tibia cuando se destapó el escándalo de las menores tuteladas de Balears, y también la tímida reacción que hubo desde estos mismos sectores con la fracasada ley del ‘sí es sí’. La indignación selectiva resta mucha credibilidad.