Tenía que pasar en un momento u otro. Los habitantes de la isla de Formentera ya han comenzado a sufrir el desgobierno que se vive en el Consell después de que los consellers de Sa Unió consideren un «acto temerario» y «carente de seguridad»    la propuesta del presidente Llorenç Córdoba respecto a los kioscos de playa. Tras perder el apoyo de sus consellers, está claro que el presidente del Consell de Formentera ya no puede ni gobernar, pero parece que le da absolutamente igual. Era falso que su gran preocupación eran los habitantes de Formentera porque, de ser así, pondría remedio cuanto antes. El bloqueo por ambas partes irá a más y la parálisis será peor.

Preocupación en el PP balear por la crisis en Formentera, pero poca acción

Este periódico ha informado que desde Mallorca consideran que lo que ocurre en Formentera es un problema personal entre Córdoba y Alcaraz. Como si el hecho de que el presidente del Consell de Formentera pidiese un sobresueldo no fuese suficiente para pedirle su dimisión, más allá de los fallos estratégicos del líder del PP de Formentera. Pero con este posicionamiento queda claro que Prohens no tiene ninguna intención de tomar una decisión respecto a la crisis de Formentera. Prefiere que todo siga igual mientras Córdoba le apoye en el Parlament.