La presentación del informe de coyuntura económica del primer cuatrimestre del año en curso realizada ayer por el conseller d'Economia i Hisenda del Govern balear, Antoni Rami, no sorprendió a ningún experto en la materia, ya que los datos reflejados en el mismo volvieron a demostrar el, de momento, imparable crecimiento que vive nuestra comunidad. Balears lleva ya cinco años de crecimiento continuado y lidera el ránking de comunidades autónomas en cuanto a creación de empleo en términos porcentuales.

Este fuerte desarrollo registrado en el periodo enero-abril se debe principalmente a la intensa actividad económica en lo que para el conseller Rami es la consolidación del proceso de desestacionalización, que se ha traducido en un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) en las Islas de un 5'9 por ciento. En este sentido, las Pitiüses han crecido por encima de la media balear -dos décimas- por lo que se mantienen las optimistas expectativas de los políticos y empresarios pitiusos en esta asignatura. Las previsiones del Govern balear se han saldado positivamente en un reflejo de la lucha que mantiene esta institución en sacar el máximo jugo al fruto más preciado: el turismo.

Esta bonanza económica se ha traducido en un aumento del 7'4 del empleo y un descenso del paro del 10'7 por ciento en una comunidad que cada vez acoge a más inmigrantes en busca del trabajo que no encuentran en sus regiones. La única pega a este boom en el que estamos instalados desde hace 60 meses habría que buscarla en la calidad de los contratos de trabajo, denunciados en numerosas ocasiones por los sindicatos. Deberíamos comprobar si toda esta cantidad de contratos laborales que se están realizando cumplen mínimamente con la calidad que deben tener en la comunidad más prolífica del estado.