Según el historiador y admirador de Bes, Nito Verdera, el prodigioso navegante Cristóbal Colón, era de origen ibicenco, y lo relaciona con la familia Colom que residía en Dalt Vila en el siglo XIV. ¿Por qué no? Las Pitiusas son cuna de soberbios marinos y corsarios galantes, y me gusta pensar que el Almirante de la Mar Océana tenía sangre fenicia, un misterioso pueblo semita, comerciante y explorador.
Si algunos cazurros quieren quitar la estatua que se erige en Barcelona a tan excelso navegante, acusándolo de imperialista, creo que en Ibiza estaríamos encantados de recibirla. Aunque el disparate nacional está a la orden del día y en cualquier momento sale alguien exigiendo retirar la estatua a Vara de Rey por defender con su vida la bandera española en América. Ya que están de reformas…
Lo del Nuevo Mundo fue una epopeya. Y su más hermoso fruto fue el maravilloso mestizaje. Quevedo afirmaba con su coña fresca y marinera que el cielo castigó a los indios por adorar ídolos y a los españoles por adorar a las indias.
Un librero de la habanera Plaza de Armas me lo dijo claramente: “Lo mejor que hicieron los españoles son las mulatas”. Semejante gesta sería comparable hoy si se va a la conquista de otro planeta. Aunque Stephen Hawking es de la opinión que mejor no encontrar alienígenas, pues se portarían con los terrícolas tal y como los españoles con los indios. Pero eso es el complejo anglocabrón, que tanta propaganda hace sobre su historia mientras demoniza la de sus adversarios.